Me siento tan dichosa al sentir los dedos de tus pies acariciando los míos, cuando me sonríes al darme la vuelta en la cama a mitad de la noche,…
Cuando a veces me despierto y noto la sábana corrida y enseguida te arropo suavemente dejando caer sobre tu cuerpo una que otra caricia.
A veces me despierto y te miro por un breve minuto solo para contemplarte y ver cómo te sigo amando con la misma intensidad del primer día.
A veces me despierto y solo doy gracias por ti, por estar ahí a mi lado relajado y vulnerable rodeándome con tus fuertes brazos y buscando de ese calor íntimo que nos quema.
A veces me despierto y pienso que eres con el único con el que me quiero acostar cada noche y despertar cada mañana.